Síndrome del Piramidal o Síndrome Piriforme. Falsa ciática del piramidal.

Muchos de los que hacéis deporte habréis sentido un dolor localizado en la nalga que podía extenderse por el muslo. En esos momentos mucha gente piensa en los típicos dolores del lumbago o la ciática. Pero en  muchos casos se trata de esta «falsa ciática»: el Síndrome del Piramidal o Síndrome Piriforme.

¿Qué es el piramidal? El piramidal o piriforme es un musculo triangular situado en la parte profunda de las nalgas, detrás del glúteo mayor y cruzando desde la parte baja de la columna hasta la parte superior del fémur. Ayuda a girar la cadera y las piernas. El nervio ciático a veces pasa por debajo o a través el músculo (depende de la persona).

¿Qué causa el síndrome? Este músculo puede contraerse o inflamarse e irritar o comprimir el nervio ciático,  causando síntomas parecidos a la temida ciática.

Síntomas.

El dolor puede ser desde hormigueo en el muslo y/o nalga, dolor continuo o hasta latigazos o «mordiscos» en esa zona.

Causas:

• En deportistas es frecuente por sobrecarga (típico en corredores de fondo) que causa la contractura del músculo piriforme.
• Correr mal: malas posturas, con mal calzado, sobre superficies duras, entrenamientos excesivos, no estirar…
• Permanecer sentado mucho tiempo
• También se da en pacientes que tengan acortamiento del piramidal.
• Traumatismos.
• Problemas en la columna (escoliosis, hernias etc).
• Hiperpronación del pie.

Tratamiento:

Obviamente lo primero es aliviar el dolor, tu fisioterapeuta puede ayudar en aliviar el mismo, relajar la zona y ayudarte con ejercicios de estiramiento adecuados para esta zona (pondremos alguno). Pero es importante encontrar la causa de la lesión en el piramidal para evitar que vuelva a suceder.

Si es un problema de biomecánico (pierna más corta, desviación de la columna, hiperpronación…) se deben tomar medidas para arreglarlo. Si es un problema de educación postural (levantarse correctamente, mucho tiempo sentado etc) el terapeuta puede aconsejar al paciente cómo corregirlo (tenemos un artículo sobre ello).

Estirar siempre es aconsejable para evitar que vuelva a aparecer este síndrome, y más aún en casos de acortamiento del músculo.

En próximos artículos ahondaremos en algunos de los tratamientos.