Sedentarismo: consecuencias a corto y largo plazo

Sedentarismo, como evitarlo:

El sedentarismo, no elegido, provocado por las nuevas tecnologías y la informatización puede provocar un sinnúmero de problemas tanto físicos como psicológicos a muchos profesionales. Se estima que las probabilidades de que sufran enfermedades cardiovasculares se multiplican por dos. También son propensos a sufrir diabetes, trastornos metabólicos, procesos inflamatorios, niveles elevados de triglicéridos y disminución del colesterol bueno. A nivel cerebral las consecuencias alarman: el sedentarismo afecta al lóbulo medio temporal, una zona cerebral que es crítica en la formación de la memoria.

Estar sentado durante un tiempo prolongado reduce la actividad eléctrica de los músculos. Esto provoca cambios en el metabolismo. Un dato en este sentido revela que, sentado, el cuerpo solo quema un tercio de las calorías que cuando está en movimiento.  Nuestro cuerpo no fue diseñado para estar largas horas sin movimiento, por esto «reclama» cuando no le damos movimiento.

Los primeros síntomas de que el sedentarismo está pasando las primeras facturas son los dolores de espalda, cuello, cabeza y piernas. Habrá que reducir el tiempo de estar sentado en la oficina y además, si no haces una actividad física por lo menos tres veces a la semana, ponte en marcha, tu cuerpo y mente agradecerán. Si tus músculos están en movimiento, bombean sangre fresca y oxígeno a todos los órganos estimulando un intercambio en el cual el cerebro libera todo tipo de sustancias químicas beneficiándose en general.

Nuestras recomendaciones para reducir el tiempo sentados:

  • Caminar durante la jornada laboral: a cada hora realiza pequeños paseos por la oficina.
  • Evitar ascensores, utilizar las escaleras.
  • Elevar los pies: lo ideal sería utilizar un reposapiés.
  • Hacer estiramientos antes y después de la jornada laboral.
  • Mantener un correcta postura sentados.

Si después de nuestras recomendaciones sigues con alguna molestia, no dudes en buscar la ayuda de un fisioterapeuta. Además de quitarte este molesto dolor de espaldas, por ejemplo, te puede orientar en la ejecución de ejercicios para que te mantengas sano y activo.

Recuerda, lo esencial es moverse.

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